La vida se restringe o se expande en proporción a nuestros miedos. ¿Cuántas oportunidades has dejado pasar por estar lleno de miedo? ¿Cuántas personas, lugares, situaciones o circunstancias has dejado de conocer por que el miedo te ha paralizado? Para muchas personas es una dolorosa realidad cuando ven a aquellos que tienen más “valor” llevar una vida con la que ellos solo sueñan. El miedo vivir intensamente, el miedo a ser feliz, el miedo a formar familia, el miedo al miedo, el miedo a terminar una relación que es toxica para ti, incluso algo tan simple como sonreir porque si sonríes hoy, te han dicho que seguro es porque vas a sufrir mañana, es literalmente una cárcel donde somos prisioneros y carceleros.
Las experiencias del pasado pueden crear en ti muchas ataduras que con el correr del tiempo se han convertido en una prisión creada por ti mismo, impidiendo que actúes que te muevas hacia una vida plena, esos eventos te llenan de limitaciones y miedos. El miedo tiene varias facetas, una de ellas es que nos es útil como un mecanismo de supervivencia, aprendimos a tener miedo en nuestra infancia cuando nuestros padres o el dolor mismo de habernos golpeado, nos enseñó que había ciertos límites que debíamos evitar. Justo en ese momento tomamos una elección: que preferimos alejarnos de ese dolor y evitar repetir toda esta experiencia traumática.
Esas experiencia pasadas que aunque nos sirven de referencia para no cometer los mismos errores pueden casi sin darnos cuenta controvertirse en sendos muros difíciles de salvar para alcanzar una vida plena, en muchos momentos el miedo nos obnubilan y no nos permiten ver claro para tomar una mejor decisión, incluso en más de una ocasión se vive en el pasado rumiando aquello que ocurrió, impedidos siquiera de avanzar en aspectos importantes de nuestra vida, postergando decisiones que solo se acumulan junto con las malas elecciones creando un equipaje difícil de cargar, difícil de llevar, cansados de arrastrar todo eso nos sentimos sin aliento para querer seguir adelante, generando estancamientos en nuestra vida.
La invitación es a liberarte de ese equipaje, de gestionar mejor el miedo y así tomes la decisión que más te convenga en resumen vivir “ligero de equipajes”, algunas de estas maletas son:
- La relación de pareja
- Tristeza
- Situaciones estresante
- Eventos Traumáticos
- La perdida de un ser querido
- Mudanzas
- Emigrar
- Trabajo
- Todo lo que te impide ser feliz
Valencia 02 de Agosto 2015 y solamente restan8 cupos
Mayor información e inscripción contacto@eudomarrivera.com